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05 December 2014

En España se registran al año unos 1.000 casos de Legionella con una incidencia de 3x100.000 sobre todo en hoteles, hospitales, residencias y balnearios



Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la mayor fuente de contagio de Legionella es el sistema de aguas de grandes edificios de oficinas, hoteles y hospitales, mediante sistemas humidificadores, máquinas de rocío, spas y fuentes de agua termal” y, pese a la creencia generalizada, “los sistemas de aire acondicionado no representan una fuente relevante de contagio de Legionella”.
En España se registran al año unos 1.000 casos de Legionella con una incidencia de 3x100.000 sobre todo en hoteles, hospitales, residencias y balnearios, que confirman las deficiencias en los sistemas de prevención, solo en el último mes se han registrado brotes en Sabadell (con 3 muertos), Lugo, Tudela y Alcoy, con más de 60 afectados, todos ellos en grandes edificios.
Con el objetivo de incorporar los criterios de la normativa de prevención de legionelosis al diseño de los edificios principalmente en los de mayor riesgo (hoteles, hospitales, residencias de personas mayores, etc.), concienciar a los directivos de estos establecimientos de la importancia del correcto mantenimiento de la instalación, difundir criterios técnicos a incorporar tanto en el diseño como en el mantenimiento de edificios e informar desde la Medicina Preventiva y la Salud Ambiental para favorecer la calidad de los servicios, la Asociación Internacional de Facility Management (IFMA), con la colaboración de Pall Medical, líder en sistemas de filtración de agua, acaba de organizar la jornada “La prevención de la legionelosis en edificios y los sistemas de agua sanitaria como fuente de legionelosis”, que ha contado con la participación de más de 150 expertos de toda España.

Para el Dr. Miquel Sabriá, de la Sección de Enfermedades Infecciosas del H. Germans Trias i Pujol y Catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, “ los progresos sobre  los métodos óptimos para el tratamiento y control ambiental, y la forma de evaluar el riesgo de adquirir la enfermedad continúan siendo escasos".  Según Sabriá, existen muchas y excelentes guías de diferentes países sobre estrategias para prevenir la enfermedad del legionario en grandes edificios, que coinciden en lo imprescindible del mantenimiento  de las instalaciones como medida de prevención pero, añade, “hay diferencias y controversias en la forma de evaluar el riesgo y existe escasa información científica sobre el mejor método para desinfectar el agua potable”. 
La legionelosis o “enfermedad del legionario” está provocada por diferentes especies de Legionella, especialmente L. pneumophila y presenta dos formas clínicas: la Enfermedad del legionario –con  síntomas parecidos a los de la gripe: malestar, dolor de cabeza, dolores musculares, tos no productiva, síntomas digestivos y fiebre superior a 40º y escalofríos que aparecen 24 horas después en más de la mitad de los enfermos y produce neumonía- y Fiebre de Pontiac - enfermedad de curación espontánea en 2-5 días que no produce neumonía-. Actualmente no hay vacunas disponibles para la prevención de la legionelosis.
La enfermedad del legionario se presenta en forma de casos esporádicos y de brotes epidémicos, con una mayor afectación en varones, inmunodeprimidos, individuos de edad avanzada, fumadores o con broncopatía crónica. En caso de brotes, la tasa de ataque puede llegar hasta el 15 % y la tasa de mortalidad en torno al 5 %.
La Legionella se encuentra de forma natural en ambientes acuáticos y en el suelo húmedo, en simbiosis con  protozoos de vida libre, siempre a bajas concentraciones y sin causar enfermedad. Según aseguró José María Ordóñez, Presidente de la Sociedad Española de Sanidad Ambiental, SESA, y otro de los ponentes, “la capacidad de contaminar cualquier sistema acuático humano es muy grande y por tanto las fuentes de transmisión de la enfermedad elevadas. Desde el medio natural, la bacteria puede colonizar las instalaciones que utilizan agua en su funcionamiento y, si las condiciones son idóneas (temperatura, suciedad, corrosión, mal mantenimiento, falta de higiene, etc.) puede llegar a multiplicarse”.
Los casos o brotes se producen cuando las personas inhalan las gotitas de agua (aerosoles) con suficiente cantidad de Legionella en su interior. Sólo se contrae la enfermedad al inhalar las gotitas, ni bebiendo agua, aunque contenga Legionella, ni de persona a persona puede contagiarse.

“Entre las instalaciones más proclives a provocar casos o brotes están: sistemas de agua caliente (duchas), los spas o jacuzzi, que generan aerosoles en ambientes cerrados, y las torres de refrigeración, fuentes ornamentales, etc., que emiten los aerosoles al exterior. Los edificios potencialmente más afectados por Legionella, son los hoteles, hospitales, balnearios, residencias de personas mayores, polideportivos, etc.”, continuó Ordoñez.
Hay toda una serie de medidas que pueden adoptarse para prevenir la enfermedad y están ampliamente recogidas en las normativas vigentes: tanto en el Real Decreto 865/2003, de 4 de julio, por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, como en las normas que han publicado la mayoría de las Comunidades Autónomas y se podrían resumir en el correcto diseño y ubicación de las instalaciones, el correcto mantenimiento técnico de las instalaciones, la desinfección en continuo del agua de las instalaciones de mayor riesgo, los tratamientos de limpieza y desinfección general con la periodicidad adecuada y el control analítico de la calidad del agua de las instalaciones.
Para Santa Gil, Presidente de ANECPLA, y otro de los ponentes, es fundamental “seleccionar la mejor opción de servicio para una correcta actuación frente a Legionella” y continuó asegurando la importancia de “concretar en quién recae la responsabilidad de las actuaciones”.
“El conocimiento de la legislación, el  compromiso en su aplicación y  la formación continuada contribuirán a  la mejor  prevención, control y mantenimiento de las instalaciones. Cada responsable de construcción y mantenimiento debería cumplir las tres Ces: Conocimiento-Construcción-Conservación, para  minimizar los riesgos“, aseguró Javier Ortega Bernad, arquitecto y otro de los ponentes de la Jornada.

La Asociación Internacional de Facility Management (IFMA), es la mayor asociación profesional en el ámbito de la gestión de inmuebles; se estableció en 1980, con el objetivo de promover el Facility Management. Para su Coordinador en España, Hernando Gutiérrez, “Con esta Jornada IFMA espera contribuir a incorporar los criterios de la normativa de prevención de legionelosis al diseño de los edificios, especialmente hoteles, hospitales, y residencias de personas mayores, por ser los de mayor riesgo”.
La Jornada organizada por IFMA, PALL España y Facility Management Posgrado ha contado con la colaboración de SESA, ANECPLA, Grupohermo y Ambisalud.

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