Hoy en día existe desconocimiento sobre la correcta hidratación que necesita
cada persona. Las necesidades de líquidos de cada
persona no sólo dependen del sexo y edad sino de otros factores como el estado
fisiológico, la actividad física, el tipo de trabajo y la temperatura y humedad
ambiental.
Según el Prof. Lluis Serra-Majem,
presidente de la Academia Española de Nutrición y de la Fundación para la
Investigación Nutricional y co-coordinador del taller, “existe un
desconocimiento por parte de la población acerca de la importancia de una
correcta hidratación y por ello son necesarios programas informativos tanto
dirigidos a la población como a profesionales sanitarios”.
Con el objetivo de que médicos de atención primaria
y expertos sanitarios de toda España puedan abordar todo tipo de cuestiones
acerca de la hidratación y sus beneficios, se celebra el Taller Online:
Nutrición e Hidratación, coordinado por la Sociedad Española de Nutrición
Comunitaria y la Fundación para la Investigación Nutricional, en colaboración
con The Coca-Cola Company, en el marco del 36º Congreso Nacional de la Sociedad
Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) que se está celebrando
estos días en Bilbao.
En la plataforma virtual estará disponible
todo tipo de contenidos teóricos sobre hidratación y nutrición, consejos sobre
cómo mejorar en este ámbito y actividades complementarias a las que ya se
realizan en el congreso presencial, así como la posibilidad de realizar la
evaluación correspondiente y los aportes y comentarios que deseen aportar.
Diferente hidratación según el estilo de
vida y actividad física
Es importante elegir las bebidas de acuerdo
con el nivel de actividad física y estilo de vida. Igualmente, hay que aumentar
la ingesta de líquidos en época de calor y antes, durante, y después del
ejercicio; entre 8 y 10 vasos al día.
“Las
recomendaciones para una correcta hidratación son variadas pero muy sencillas
para llevarlas a cabo”, explica el Dr.
Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española
de Nutrición Comunitaria (SENC) y co-coordinador del taller. Entre ellas,
destaca el tomar bebidas en cada comida y entre las
mismas; aumentar el consumo de frutas, verduras y ensaladas, sopas y caldos; no
confiar en la sensación de sed para beber, tener una botella de agua o líquido
a mano; y mantener las bebidas a temperatura moderada.
Sin embargo, es importante tener en cuenta
las necesidades de cada persona, tal y como comenta el Dr. Aranceta, pues según
este experto “los niños y ancianos son colectivos que presentan mayor riesgo
de deshidratación”. Por ello, deben prestar más atención a mejorar los
cuidados y la prevención en ese ámbito. Ello se debe a que, con la edad, se
producen cambios en la función renal, lo cual está muy relacionado con la
deshidratación y problemas de termorregulación que sufren las personas mayores.
Así, según el Prof. Gregorio
Varela-Moreiras, Catedrático de Nutrición de la Universidad CEU San Pablo y
presidente de la Fundación Española de Nutrición (FEN), “las personas
mayores deben mejorar la densidad nutricional y de hidratación para evitar la
desnutrición y, así, evitar la deshidratación de manera relativamente sencilla.
Aun así, es uno de los 10 diagnósticos más frecuentes de hospitalización en
mayores de 65 años”. Por ello, es esencial informar a los mayores sobre la
necesidad de beber suficiente, incluso sin atender a la sed, ya que la
sensación de la misma se pierde a medida que se envejece. Especial atención se
debe dar y monitorizar, a otros factores como la capacidad funcional y
cognitiva, el problema de la incontinencia urinaria, las interacciones con
fármacos que incrementen la pérdida de líquidos, o la accesibilidad a alimentos
y bebidas, en las personas mayores.
Mayor ingesta de líquidos para
mujeres embarazadas, población infantil y juvenil
Las mujeres embarazadas son otro de los
grupos de riesgo, ya que los cambios que tienen lugar en el organismo durante
la gestación hacen que la mujer embarazada necesite ingerir mayor cantidad de
líquidos. La Profª. Rosa Mª. Ortega, catedrática de Nutrición de la
Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid explica que “la
deshidratación materna (por escasa ingesta de fluidos o por patología) puede
retrasar el crecimiento intrauterino”.
Por ello, también es
necesario en este caso practicar una correcta ingesta de líquidos con el
objetivo de aliviar algunos de los problemas del embarazo, que posteriormente
repercutirá en un mejor funcionamiento de los órganos de la madre y favorecerá
la salud del niño.
Con ello, no solo se
eliminan toxinas del cuerpo, sino que también se consiguen aliviar otros males
propios del periodo de gestación como el estreñimiento y las infecciones
urinarias. Respecto al periodo de lactancia, según la Profª. Ortega “en esta etapa es más
importante que nunca una buena hidratación, ya que se pierde muchísimo líquido
con la leche y la calidad de esta dependerá de la alimentación, hidratación y
estilo de vida de la madre”.
Además,
los niños también deben prestar especial atención a la hidratación, ya que
tienen diferentes
problemas de termorregulación que los adultos. Según explica esta experta “los
niños pueden tener más riesgo de deshidratación voluntaria, porque pueden no
reconocer la conveniencia de reemplazar los fluidos perdidos, por lo que
necesitan asesoramiento”. Sobre todo en periodos de ejercicio es
cuándo se debe extremar la precaución en los niños.
Importancia de la hidratación en la
actividad física y rendimiento cognitivo
Otros de los temas que han tenido especial
relevancia en el taller online es la hidratación en periodos de actividad
física, ya que es entonces cuando más pueden darse pérdidas de agua y sales
minerales, sobre todo en ambientes calurosos. Así, si estas pérdidas no son
reemplazadas aumenta el riesgo de enfermedades asociadas al calor.
“Se recomienda prehidratar con agua unas
horas antes de iniciar la actividad para conseguir la absorción del líquido y
reestablecer niveles hídricos y de electrolitos normales. Deben beber
lentamente, al menos, 4 horas antes del inicio, entre 400 y 600 cc.”, destaca el Dr. José
Manuel Fernández García, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo
de Nutrición de SEMERGEN.
“En determinadas
circunstancias, como son actividades superiores a una hora de alta intensidad,
o de menor intensidad pero en periodos prolongados, las bebidas isotónicas que
contienen sodio y potasio permiten reemplazar las pérdidas de electrolitos
asociadas a la sudoración excesiva, y aportan los carbohidratos necesarios”,
subraya el Dr. Fernández García.
Por otra parte, la
correcta ingesta de líquidos se relaciona con un mejor rendimiento
cognitivo, sobre todo en condiciones de mayor esfuerzo mental. “Es un
hecho comprobado científicamente”, comenta la Dra. María Luisa López
Díaz-Ufano, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición de SEMERGEN.
Así, explica que “con pérdidas del 1% disminuye la memoria y ya con un 2%
disminuye significativamente la atención, las respuestas reflejas, la
coordinación psicomotriz, la voluntad y pensamiento, y la coordinación visual y
motora”.
Pero no es todo ya
que la falta de hidratación puede repercutir también es problemas de salud de
mayor calado. Como explica la doctora López Díaz-Ufano, “si se pierde más
del 3% de los líquidos corporales pueden darse dolores de cabeza y
desorientación. Cuando las pérdidas superan el 6% es frecuente que se produzcan
delirios y/o alucinaciones, disminuye drásticamente la memoria a corto plazo y
la capacidad de concentración”. Por ello, la hidratación es algo
esencial en nuestro día a día, con importantes beneficios si se practica de
forma adecuada y posibles resultados adversos si no se llega a los niveles
necesarios para ello.
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