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03 July 2014

El 6% de la población mundial sufre acúfenos

Aunque no existen estadísticas exhaustivas sobre la prevalencia de los acúfenos, se estima que aproximadamente el 6% de la población mundial padece en alguna medida esta dolencia. Así lo explica la Asociación de Personas Afectadas por Tinnitus (APAT), basándose en estudios publicados por la asociación ‘France Acouphènes’.
El acúfeno es la percepción de un sonido parecido a un tintineo, un silbido o un zumbido, sin que dicho sonido esté realmente llegando al oído. El cerebro crea un ruido que no existe, un ruido subjetivo, temporal o permanente, y de intensidad variable. Existen tratamientos médicos pero estos no convienen a todo el mundo por igual.Por tanto, es necesario aprender a vivir con este problema.
El acúfeno puede ser transitorio y crónico y no en todos los casos es invalidante. Del 6% mundial, un 10% (el 0,6% mundial) sufre trastornos psicológicos derivados del acúfeno como pueden ser ansiedad, depresión, insomnio, etc.
Algunas terapias, como la Sofrología, pueden ayudar a las personas que padecen esta dolencia a convivir con ella de una forma más llevadera. El Dr. François Bobin, otorrinolaringólogo en el Policlínico de Poitiers, encomienda a la Sofrología Caycediana a los pacientes que sufren acúfenos sin una causa clínica: “Los acúfenos nos plantean un serio problema, al no contar con un método para medirlos de forma objetiva, nos vemos obligados a escuchar al paciente, creerle y confiar en él. Existen acúfenos objetivos minoritarios, pero el verdadero problema son los acúfenos subjetivos (95% de los casos), que sólo son percibidos por el paciente y cuya causa es desconocida”.
El oído es un mecanismo pequeño y extremadamente complicado que está diseñado para recibir los sonidos, transmitirlos al cerebro y transformarlos en algo comprensible y útil. En ocasiones, las enfermedades tienen un efecto de parasitismo en el oído interno, que produce un fallo que se transmite por el nervio auditivo hasta el cerebro. El problema reside en que los tratamientos de otorrinolaringología no sirven para atender problemas cerebrales. El acúfeno consiste en dos cosas: Una enfermedad del oído y una mala gestión del parasitismo por parte del cerebro. Esto explica que el acúfeno sea algo variable.
Hace 20 años, las terapias cognitivo-conductuales eran el tratamiento de referencia, pero los terapeutas no suelen encargarse de este tipo de problema. “En el Policlínico de Poitiers –explica el Dr. Bobin-tenemos una sofrólogaCaycediana y, como esta enfermedad tiene un componente psicosomático, pensé que la sofrología podría ayudar a nuestros pacientes. Y ha funcionado muy bien”.
Los acúfenos pueden ser consecuencia de una patología, pero también existen acúfenos llamados esenciales, es decir, que existen sin un motivo determinado. Los acúfenos pueden percibirse por un solo oído. En pocas palabras, las personas oyen ruidos sin saber por qué, y ellas son las únicas que los oyen. Los acúfenos pueden ser ocasionales o permanentes.La sofrología enseña a olvidarse del acúfeno concentrándose en las referencias corporales.
La sofrología o Relajación Dinámica de Caycedo nos enseña a conocer mejor nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones y nuestros valores. Conociéndolos y potenciándolos mejoramos nuestra calidad de vida. Desde el punto de vista corporal, podemos conocer y sentir más nuestro cuerpo; aprendemos a deshacernos de las somatizaciones (o manifestaciones del estrés o del cansancio físico: dolores de cabeza, molestias musculares, problemas intestinales, etc.). De este modo, la Sofrología ayuda al paciente a relajarse y le ofrece herramientas para manejar el estrés. Se trata de acostumbrar al paciente de acúfenos para que aprenda a vivir con ellos y que deje de ser una prioridad. 

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